La columna vertebral de esta maquinaria de narcotráfico fue la Cuarta División Acorazada del Ejército sirio, una unidad de élite comandada por Maher al-Assad, hermano del derrocado presidente.
Las noticias de las últimas horas sugieren que Al Assad no pudo esta vez resistir el empuje de sus enemigos, con informaciones en varios medios de que abandonó el país en un avión privado.