Werner Gutiérrez aclaró que el hongo no afecta al fruto de manera que tenga que dejar de ser consumido, pues no se ha detectado ningún tipo de daño en los seres humanos.
El hongo, Fusarium Raza 4, vive en el suelo y afecta a las plantaciones de cambur y plátano, porque marchita y mata a las plantas. Además tiene poder de resistencia y podría sobrevivir al menos unos 30 años.
Oscarina López, coordinadora del Insai en el estado Sucre, explicó que hay una serie de medidas legales desde enero que prohíbe la entrada de este material genético para su uso en Venezuela.
El impacto es de proporciones considerables, sobre todo si se toma en cuenta que, por incidencia de la enfermedad, sumado a otros factores como falta de inversión y mantenimiento, el arrime se ha reducido a 6 mil toneladas.