Monseñor Jonny Reyes lamentó que los presidentes y jefes de Estado no hayan hecho un acto de contrición sobre “el desastre que ellos han causado, sobre el ecocidio de la Amazonía”.
La declaración de la cumbre se ocupa de cubrirle las espaldas a los gobernantes represores, es lo relevante, al demandar “la eliminación del doble rasero y la politización” de los derechos humanos; pues a Cuba y Venezuela, es lo que se sugiere, se las estaría cercando y acusando por ello.
En estas cumbres los presidentes electos legitiman con sus arrumacos a tiranos de la peor calaña, y los medios afines se encargan de perifonearlo y magnificarlo.
Occidente, que vivió el Holocausto ha perdido la memoria. Mientras rompe con sus raíces milenarias que le cantan a la vida se ceba con la destrucción de sus íconos, quema iglesias, no mira los genocidios en cámara lenta que tienen lugar a su alrededor, en Nicaragua, Cuba y Venezuela. Le escandalizan las víctimas ucranianas. ¿Por qué?