Los filmes aspirantes deberán haber recaudado al menos 150 millones de dólares desde su estreno, de los cuales 100 millones deben proceder de la taquilla nacional.
La representación latina llega de la mano de Diego Luna, quien compite con Jeff Bridges, Bob Odenkirk, Adam Scott y Kevin Costner, en la categoría de mejor actor de serie dramática.
Esta vez la entrega no será la glamurosa fiesta con multitud de estrellas que habitualmente inauguraba la temporada de premios de Hollywood, debido a las acusaciones de corrupción contra sus directivos.