Fue autor de “un repertorio esencial de la música española” y deja un “imprescindible legado”, indicó la SGAE en un mensaje en la red social X.
Durante 47 años, en el Valle de Mocotíes, a 81 kilómetros de la ciudad de Mérida, Luis Antonio Molina mantuvo un taller de herrería. Soldando rejas, faroles y puertas, encontró el sustento para su familia y a la vez una forma de vida.