El Observatorio Venezolano de Prisiones señala que la edificación tiene una capacidad para 750 reclusos, pero actualmente en el penal se encuentran 1.012 privados de libertad, quienes permanecen allí sin las mínimas garantías a sus derechos humanos.
Familiares de presos políticos recluidos en ese centro penitenciario denunciaron que les impiden llevarles alimentos, mientras la mayoría padece por la poca comida que reciben, la cual muchas veces está en mal estado.
Y como una paradoja cruel que vislumbra el futuro, los ríos humanos empapados de barros aparecen internándose en la montaña guayanesa. Epicentro de cuerpos de seguridad, bandas antisociales y un sinfín de seres de la “corte de los milagros” de la revolución.
El triunfo de Trump ha sacudido -como un sismo de considerable intensidad- los cimientos de la aldea global. Convertida en campo de guerra en la que, también, se libran batallas culturales que comprometen el futuro de la humanidad.
Los militares levantaron la huelga tras la visita del director del Servicio Penitenciario Militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Luis Ojeda, quien prometió reubicar a 72 presos civiles.
Algunas estadísticas del Banco Mundial apuntan que un 15% de las metas de la ODS “van por buen camino”, el 48% lo hacen moderadamente y un 37% se ha estancado o está en claro retroceso. Otros datos aportados por el BM son todavía más desalentadores, pues unos 700 millones de habitantes de este planeta sólo cuentan con menos de dos dólares al día para sobrevivir.
“Venezuela tiene ahora 17,2% de población en situación de hambre, mientras que en el promedio regional es del 6%”, explicó Susana Raffalli.
Prado alertó que con cuadros agudos de desnutrición y viviendo hacinados en medio de un ambiente insalubre, los reos son propensos a contraer cualquier tipo de enfermedad.
Este viernes, tanto la organización Justicia, Encuentro y Perdón, como Provea, denunciaron que los arrestados por las protestas poselectorales en las cárceles de Tocorón, en el estado Aragua, Tocuyito, estado Carabobo, El Rodeo y Las Crisálidas están siendo amenazados para que se declaren culpables de los delitos por los que se les acusa.
Son varios los venezolanos que denuncian que el Estado colombiano ya no es considerado seguro para proteger a quienes huyen de Venezuela por persecución política.