El indígena tenía un año detenido por el asalto al fuerte militar de Luepa en diciembre de 2019. Desde hace meses y con más intensidad en las últimas semanas, sus familiares y abogados reclamaban que se cumpliera la orden de traslado para recibir atención médica.
Kliver Pérez, de 24 años, estaba hospitalizado en Boa Vista. El balazo lastimó su intestino y su hígado. Es la quinta víctima de la violencia represiva desatada entre viernes y sábado en el sur de Bolívar. Con él son tres los pemones asesinados en esos mismos hechos.