
El abaratamiento democrático es lo único que explica que neomarxistas de factura paulista o poblana igualmente hayan arriado sus banderas nacionalistas y mal vistas como resabios del fascismo para sumarse al distinto ecosistema que emerge: la gobernanza digital y el ecologismo profundo.
El Seminario “Gobernanza Global y Crecimiento en Libertad”, auspiciado IDEA, ha dejado lecciones y desafíos para el pensamiento y la acción, muy urgentes de atenderlos.
Los fundadores de Fedecámaras, durante el gobierno del presidente Medina Angarita, en 1944, pedían economía de libre iniciativa, bajo un régimen tutelar de derechos, con autoridades promotoras, desconcentradas, propicias al bien de todos.
Colombia, su élite en el poder decidió entenderse y fijar un modus vivendi con el Estado Profundo, con el narcotráfico. Hoy se sienta éste en el Congreso colombiano… Al término, ni logró una tregua, menos avanzó hacia el camino de la paz. Es un hervidero de violencia social inducida. | Foto cortesía
El Foro de San Paulo, corregido por el Grupo de Puebla que le afina el desafío deconstructivista que comparten: “rechazar el paradigma de una “cultura única global” y abogar por la multiculturalidad”.
La razón no es distinta de la que han impulsado contra los gobiernos democráticos de la región -los verdaderos, sin adjetivos que los dividan- al objeto de instalar sobre sus cenizas otra dictadura del siglo XXI.
Se dijo hasta la saciedad que Donald Trump fracturó a los norteamericanos. Trataba, sí, de salvar las raíces históricas y culturales que le han dado a la nación su unidad, comportándose al efecto de un modo “políticamente incorrecto”.
Maritain tuvo el privilegio de trabajar en una síntesis de civilizaciones que provee a la convivencia pacífica y permite superar el régimen de la mentira que hace ebullición y llega a su término con la Segunda Gran Guerra del siglo XX.