Bolotín expresó que el girasol vuelve de nuevo a tierras portugueseñas, pero esta vez con la agricultura de contratos, de la mano del sector privado.
El directivo empresarial indicó que las 2.500 hectáreas de girasol sembradas en Turén se destinarán a la producción de aceite para consumo nacional, sin embargo, “a partir de la cantidad cosechada la producción de aceite de la flor será muy mínima”.