El primer ministro acusó a la corte de La Haya de ser un “organismo político parcial y discriminatorio” y tildó la acusación contra él de “absurda y falsa”.
Ahmed Abulgueit consideró que la creación de un Estado palestino “es cuestión de tiempo”, pero advirtió que “su implementación debe acelerarse”.
Bajo la coordinación del Cogat, el organismo militar israelí que administra asuntos civiles en territorios palestinos, los camiones con agua, comida y suministros médicos entraron a las áreas de Yabalia y Beit Hanoun, en el área asediada.
Al frente de la cartera de Defensa estará ahora Israel Katz quien, según el mandatario israelí, “ya ha demostrado sus capacidades y su contribución a la seguridad nacional”.
De los 63 rehenes que se cree que están vivos, 56 son israelíes -entre ellos tres beduinos- o binacionales que poseen la nacionalidad israelí, y siete son extranjeros (seis tailandeses y un nepalí).
Se estima que los cuerpos de unos 10 mil desaparecidos continúan enterrados bajo los escombros, sin que los equipos de rescate puedan acceder a ellos.
Las protestas se enmarcan en la primera jornada de la huelga general convocada por Histadrut, la agrupación de sindicatos más grande de Israel, y que afecta a transportes, instituciones educativas, bancos o ayuntamientos, entre otros.
El Ejército afirmó que los cuerpos fueron recuperados de un túnel en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, a alrededor de un kilómetro de donde otro rehén fue rescatado con vida la semana pasada.
Los bombardeos se producen mientras las fuerzas armadas llaman a evacuar cada vez más áreas del centro, como el este de Deir al Balah o el campamento de refugiados de Maghazi.
A Hamas le preocupa que Israel reanude la guerra después de que se libere al primer grupo de rehenes.