La despedida del líder opositor tuvo lugar entre estrictas medidas de seguridad y un despliegue policial sin precedentes en el barrio de Mariino.
A lo largo de los años, el magnate había sido hospitalizado en varias ocasiones. En una de ellas se le implantó un marcapasos. Tuvo que ser ingresado por la COVID-19 y en una de las más recientes, en enero de 2022, por una infección urinaria.
No se vivieron las aglomeraciones de otros funerales pontificios, como los del papa Juan Pablo II, al que asistieron cerca de 200 mil fieles.
Ratzinger fue reconocido como un teólogo prominente y durante su papado abordó temas como la fe, la moral y la cultura occidental.
El Santos, el club en el que Pelé jugó en Brasil, indicó en un comunicado que el público podrá dar el último adiós en el estadio Vila Belmiro, en las afueras de Sao Paulo.
En el momento de los tiros se estaba celebrando un funeral en ese templo por la muerte de John Hornezes, un hombre fallecido en un tiroteo el pasado 15 de octubre.
Según algunos detalles del funeral divulgados, al término del servicio religioso habrá en todo el país dos minutos de silencio tras lo cual se entonará el himno nacional Dios salve al Rey.
Una vez en la capilla, los ciudadanos pueden rodear el ataúd, velado por guardias, y solo detenerse brevemente para hacer una reverencia o guardar un momento de reflexión.
El Palacio de Buckingham habilitó en internet un libro de condolencias virtual para que ciudadanos de todo el mundo puedan homenajear a la reina.
Diego Armando Maradona ya descansa en paz, pero su adiós fue muy parecido a su agitada vida. Su despedida no tuvo exenta de demostraciones de dolor, pasión futbolera y hasta violentos desbordes callejeros.