Diego Armando Maradona ya descansa en paz, pero su adiós fue muy parecido a su agitada vida. Su despedida no tuvo exenta de demostraciones de dolor, pasión futbolera y hasta violentos desbordes callejeros.
Neyla llegó a Venezuela para despedirse, pero no lo sabía. Tenía seis años fuera del país y en marzo de 2020 regresó para cuidar a su madre con cáncer. Pero las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19, la dejaron atrapada. Esta es su historia.