
Aunque celebran la apertura de la frontera para activar el sector turismo, comercio y servicio, resaltan que deben evaluarse los productos a importar para no afectar con competencia desleal a los empresarios venezolanos.
La frontera con Brasil estará abierta de ambos lados, informaron autoridades locales a través de las redes sociales.
Asesores permanentes de la Cámara de Turismo de Santa Elena de Uairén calculan que, con el cierre de la frontera, el sector turístico dejó de percibir al menos 1,5 millones de dólares anuales.
Habitantes de Santa Elena de Uairén aseguran que deben pagar a militares y a la comunidad de San Antonio de Morichal para poder cruzar a territorio brasileño o regresar al país.
La frontera con Brasil, por el sur del estado Bolívar, era uno de los puntos para el ingreso de insumos y medicinas. En cambio, hubo represión armada y un saldo de cinco asesinados, entre ellos tres indígenas pemones.
El diputado Lester Toledo viajará la próxima semana al estado brasileño de Roraima, fronterizo con el estado Bolívar de Venezuela, para verificar la logística de ingreso de la ayuda humanitaria.
Dirigentes pemones rechazan que fuerzas militares intenten enfrentar y dividir a la comunidad indígena. En el caso de que los actores políticos intentaran un diálogo o negociación, señalan que la Gran Sabana es el escenario propicio con sus autoridades indígenas como mediadoras.