Camacaro y Freites fueron presentados ante un tribunal sin permitir la presencia de sus abogados privados ni el contacto con sus familiares.
La tolda azul alertó a la sociedad civil y a la comunidad internacional sobre el proceder ilegal de las autoridades, al tiempo que exigen el respeto de los derechos humanos de los jefes de campaña.
Machado pidió a la comunidad internacional que se detenga la “locura” de la “furia bolivariana”, que calificó como “agresión, desapariciones y persecución, que obviamente reflejan el miedo de un régimen”.