
La larga querella se remonta a 2012 cuando Uribe demandó por supuesta manipulación de testigos al senador de izquierdas Iván Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo.
Familiares, compañeros de organización y trabajadores en general exigen la inmediata liberación de Tremaria, alegando que no hay elementos probatorios para los cargos que se le imputan.