
El desalojo de la mina Atenas, en el municipio Sifontes, reaviva el malestar entre quienes se beneficiaban del yacimiento. Los trabajadores del oro denuncian complicidad entre militares y grupos irregulares. | Foto William Urdaneta
Familiares de mineros denuncian impedimentos para la entrega de alimentos, agua y medicinas a los que aún trabajan en la mina Siete Colores, así como también, abusos y amedrentamientos a través de alcabalas.
Los tumeremenses, desde cualquier lugar donde nos encontramos, repudiamos el homicidio del comandante Ernesto Solís y todos los homicidios que han ocurrido en Tumeremo.
El teniente coronel del Ejército, Ernesto Solís, ocupaba el más alto rango del componente militar en el municipio minero, al sur de Bolívar. En 2019, fue denunciado por desapariciones y ejecuciones extrajudiciales y por facilitar la entrada de grupos armados a una zona antes explotada por pequeños mineros. Junto a él, fue asesinado el sargento de segunda, Gustavo Flores.
Una comisión nacional del Ministerio Público asistió al municipio Sifontes para investigar las denuncias hechas en contra del comandante del Fuerte Tarabay, Ernesto Solís.
Más desapariciones, amenazas de muerte, robos, persecución y hasta violaciones a mujeres son parte de la zozobra en el municipio Sifontes del estado Bolívar.
Al menos 30 minas de las zonas Corre Gente, Bochinche y Los Candados permanecen cerradas desde hace tres meses. Mineros exigen su reapertura “antes de que ocurra un estallido social en Tumeremo”.
Desde hace tres años son más de 400 denuncias de desaparecidos en Tumeremo. Madres y esposas denunciaron al comandante Ernesto Solís por los crímenes que mantienen en zozobra al pueblo.