
La Organización Mundial de la Salud incluye la adicción a los videojuegos en su apartado de desórdenes mentales. Es la primera revisión de la lista en 30 años.
Los países más afectados por el virus -Estados Unidos, Brasil y México- muestran que aproximadamente la mitad de los adultos tienen sensación de estrés y muchos afrontan esta situación con el consumo de estupefacientes y alcohol, lo cual puede dar origen a un círculo vicioso que aumenta la posibilidad de sufrir una enfermedad mental.