En 2018 más de 6 mil personas quedaron afectadas por la crecida del río. Muchos tuvieron que mudarse a refugios o a la casa de algunos familiares al quedar inhabitables sus viviendas.
La apertura de aliviaderos de forma abrupta podrían generar nuevas inundaciones en las riberas del Caroní. Desde 2018 comunidades de Castillito han sido las principales afectadas por la crecida del río.