La ceremonia fue muy notoria. Estados Unidos quería darle peso y entidad al mensaje, como si cerca de Maduro y del poder hubiera personas previamente contactadas directa o indirectamente por Elliot Abrams que exigían un alto nivel de compromiso por parte de Estados Unidos.
El enviado especial de Estados Unidos para la crisis venezolana, Elliot Abrams, reconoce que hay una preocupación por los ejercicios militares de la dictadura en la frontera con Colombia.
“Nosotros ciertamente estableceríamos un límite para excluir a quienes están involucrados en el narcotráfico”, explicó el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams.
“Cada día que Maduro sigue en el poder es un día en el que los presos siguen en la cárcel, los detenidos sufren abusos, y los venezolanos siguen sin comida y medicinas”, advirtió Elliot Abrams, enviado especial de EE UU para Venezuela.