El Juramento de los Horacios, de 1784, obra destacada en la producción artística del reconocido pintor francés Jacques-Louis David, no solo es una pieza clave y emblemática de la corriente del Neoclasicismo. La principal atracción de la pintura radicaba en su especial composición que contenía un mensaje oculto, que pretendía despertar el nacionalismo francés frente a los gérmenes revolucionarios.