
Una de las particularidades del caso de Ojeda, recordó el fiscal, fue que a diferencia de otros secuestros que en Chile ha cometido la banda es que nunca se pidió recompensa.
La decisión se debe a varias pruebas científicas que han salido a la luz y el hecho de que la Fiscalía ocultó pruebas favorables a Lucio, acusada de matar a su hija de 2 años.
Salomé Sanguino ha perdido a dos de sus tres hijos en operativos de cuerpos de seguridad del Estado que luego fueron reportados como enfrentamientos. El caso más reciente fue el 3 de agosto.