
El conservador se dirigió a la nación desde las puertas de su residencia oficial, en el número 10 de Downing Street, después de recibir el encargo de formar un Ejecutivo del rey Carlos III.
Sunak se encuentra con un Partido Conservador amargamente dividido, una economía al borde de la recesión y un Reino Unido con la reputación dañada por su reciente convulsión política y económica.
Anunció que se quedará en el cargo hasta que se elija a un sustituto de primer ministro e indicó que la próxima semana elegirán un nuevo liderazgo en el Partido Conservador para asegurar la estabilidad del país.
En su discurso, Johnson ofreció su “ferviente” apoyo al gobierno de su sucesora Liz Truss durante el “duro” momento por el que atraviesan los hogares británicos por el alza de los precios de la energía y la inflación interanual.