
Los poderes reales de la república o se han fracturado o enajenado (gobierno usurpador vs gobierno interino) o lo poseen con efectividad otros poderes colonizadores posmodernos. | Foto cortesía
Desde el Vaticano hoy se pone el énfasis sobre la última variable, “ ”, quizás en un intento por sostener la atadura de un mundo que se fragmenta o para justificar que las convicciones bíblicas se vuelven líquidas y relativizan.
Como cubano, víctima del comunismo hasta el sacrificio total, recuerda Payá que “el ataque, con abierta y manifiesta intención aniquiladora, fue masivamente contra la moral, la cultura y la memoria nacional, que era esencialmente cristiana”.