Productores advierten que de continuar la situación, las siembras y cosechas estarían en peligro, lo que agravaría la situación de dos tercios de la población venezolana, que según el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, no cuenta con un suministro estable y suficiente de alimentos.
Gustavo Petro señaló que si el dinero no sale de los consumidores de diésel tendría que salir del presupuesto nacional, sacrificando programas sociales que tiene por ejecutar.
En su cuenta de Instagram, la organización gremial publicó que el déficit del combustible “afecta la producción de bienes y servicios, de la industria y, en especial, del sector agroalimentario”.
En una misiva dirigida al Ejecutivo, se resalta que el sector primario de la economía sigue atravesando una situación de emergencia por la falta de combustible, el cual es requerido para la realización de labores de mecanización agrícola.
Este miércoles las filas empezaron a formarse la noche anterior, a pesar de la prohibición de las colas nocturnas, toda vez que los conductores temen no poder surtir.
Las advertencias del sector transportista y de los gremios sobre el impacto que la medida iba a generar, pudieron ser el detonante para que la administración de Maduro revirtiera la medida.
Fantinel también advirtió que cuando hay escasez del combustible se debe optar por el mercado negro y un productor pequeño paga hasta 2 dólares por litro.
Con este ajuste se oficializa -por ahora- que la medida no regirá para el sector del transporte público de pasajeros, los cuales seguirán contando con el subsidio al acceder a la página Patria para recibir los litros que les corresponde cada mes.
Adicionalmente a la escasez de combustible, que afecta la producción nacional, el aumento del valor del diésel enciende las alarmas.
De acuerdo a cifras de la industria petrolera, actualmente la producción de combustible está en 95 mil barriles diarios de combustible, tras la incorporación de la refinería El Palito, que estaba paralizada.