
Mientras el Pontífice se encontraba en Asia, Edmundo González Urrutia llegó a España en condición de asilado político después de que el Tribunal Supremo de Justicia emitiera una orden de detención en su contra.
A pesar de ser un trabajo novelado, con nombres y circunstancias ficticias, pocas lecturas nos acercan tanto y tan bien, a la realidad que vivimos a diario. Como ha sido dicho, se trata de una realidad que supera a la ficción estrictamente novelesca. Todos los hilos del poder al descubierto. También buena parte de las manos que los mueven.