“Yo me siento venezolano en el corazón. Por eso, cuando veo la batalla que María Corina Machado está librando, me conmuevo profundamente. Tengo, eso sí, la angustia de no poder hacer algo más, porque no tengo más que mi pluma, mi voz, que es muy poquito”.
Los organismos internacionales y los países democráticos tienen una gran responsabilidad y aunque la salida no es fácil deben de una vez por todas “ir a las cosas” como recomendaba Ortega y Gasset.
Guaidó dijo que la fecha de las elecciones presidenciales representan la reunificación de familias, así como la recuperación del país.
Sobre el poder y las imágenes sobran los ejemplos de manipulación. Sobre el lenguaje del poder y sus discursos, sobre esos también.
Los castristas hacen cosas malas, y las hacen muy bien. No fallan. Por ejemplo el pasado 11 de julio los cubanos se lanzaron a las calles a protestar y fueron duramente reprimidos.
Habla de unas elecciones, que él ganará de antemano. Pero, por cualquier eventualidad, ha puesto preso a una cincuentena de críticos y opositores y a todos los candidatos a la presidencia que le podían vencer y que sin duda lo vencerían en unas elecciones libres, lo que, para el caso sí se trata de ciencia ficción.
La libertad de expresión, sin duda, está en peligro en El Salvador. Y cuando la libertad de expresión es víctima es porque sus victimarios pretenden hacer lo que quieran, sin que se los moleste con críticas, denuncias o investigaciones periodísticas o detalles jurídicos.
Los venezolanos, la oposición tiene que mostrarse unida. Tiene que llegar a un pacto sin fisuras y sin pequeñeces, en pos del objetivo primero: llamar a elecciones libres.
El parlamentario por el estado Bolívar -suplente de Américo De Grazia- defiende su posición de quitarle el apoyo a Guaidó y carga contra los partidos del G4.
Guaidó advirtió que, si el ‘chavismo’ les prohíbe “físicamente” el acceso al Parlamento, “porque es la última arma que tienen en estos momentos”, la oposición buscará “alternativas” para cumplir su labor.