
Estamos en las garras de los más nefastos y desalmados regímenes del mundo. Brutales dictaduras. Armadas hasta los dientes, todo lo resuelven a punta de miedo, terrorismo, represión, cárceles y penas de muerte.
La violencia como la pobreza son administradas por la cúpula para domesticar, aterrorizar y controlar a los sobrevivientes del socialismo del siglo XXI que todavía respiramos.