
La orden estipula que el titular del DHS tomará todas las medidas apropiadas para detener hasta su expulsión a todos los extranjeros que infrinjan las leyes de inmigración poniendo fin a la práctica comúnmente conocida como ‘Catch & Release’.
El DHS explicó que se ha mejorado el proceso de selección, en especial el de los patrocinadores de las personas que realizan la solicitud bajo una figura conocida como “parole”.
El problema es que se ha sobrepasado la capacidad de respuesta de los países receptores en Latinoamérica, donde hay al menos cinco de los siete millones de desplazados por la emergencia humanitaria que vive Venezuela.