En principio, el proyecto pretendía explotar los recursos minerales como estrategia para incentivar el desarrollo económico. Cuatro años después, es el banco ilegal de la dictadura de Maduro.
Tres firmas destacan como compradoras del metal el año pasado: Noor Capital, de Emiratos Árabes Unidos; Sardes Kiymetli Madenler, S.A. de Turquía y Goetz Gold con sede en Dubái. El diputado Carlos Paparoni aseguró que el Parlamento trabaja para que no pueda venderse “ni un gramo más de oro” que sea usado por el régimen de Nicolás Maduro.