
Estudiantes de al menos 320 caseríos warao de Delta Amacuro enfrentan graves dificultades para continuar con sus estudios, desde que inició la alarma sanitaria.| Foto William Urdaneta
Más de 15 horas diarias dedican 238 indígenas a la recolección de residuos en el vertedero a cielo abierto de Ciudad Guayana. Entre desechos industriales, químicos y hospitalarios trabajan sin un mínimo de indumentaria de seguridad en tiempos normales y en momentos de pandemia por la COVID-19. | Fotos William Urdaneta
La organización estima que 1.500 indígenas de la etnia Warao están en Guyana, la mayoría de ellos en condiciones de trabajo forzado y subpagado. | Foto William Urdaneta
En el grupo, estaban nueve mujeres y cuatro hombres. Todos habían llegado el martes 17 de noviembre a la isla caribeña.
Un miembro de una de las comunidades indígenas waraos de Puerto Ordaz informó que en lo que va de año, 50% de las familias de la comunidad ha migrado hacia Brasil.
La memoria es el cemento de la sociedad y sin ella corremos el riesgo de cometer los errores de siempre. Educar contra el olvido es una tarea perentoria.
Los waraos de las comunidades del Delta del Orinoco han migrado hacia Cambalache en búsqueda de mejores condiciones de vida. La crisis humanitaria y la pandemia ahora dejan al pueblo warao completamente desprotegido.
La Fundación visitó las comunidades indígenas a finales de enero y donó juguetes, ropa, medicinas y mosquiteros en alianza con Rotary Puerto Ordaz. La jornada contó con la participación de médicos que atendieron a 270 personas, entre niños y adultos.