¿Qué harán? ¿Entregan o insisten en arrebatar? El asombro del mundo quedaría sin argumentos si tuvieran la elegancia y la sabiduría emocional de irse por un tiempo, habida cuenta que la democracia les permite volver eventualmente en el futuro.
El delirio, el dinero, la narcocultura y los cubanos no les permiten pensar ni actuar con sentido práctico y limpio; tampoco la ignorancia ni las agallas.