El término empezó a ser usado por meteorólogos españoles hace unas décadas para diferenciarlo del de “gota fría”, más genérico e impreciso y que suele utilizarse para hacer referencia a cualquier situación de lluvia intensa y abundante.
La cifra provisional de fallecidos supera a la que ocasionó la rotura de la presa de Tous en 1982, cuando hubo 38 fallecidos, mientras que los servicios de emergencias se afanan para poder llegar a las zonas más afectadas.