Los bosques son fuente indiscutible de salud y bienestar para un planeta sano. Aportan oxígeno y consumen dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero que recalienta el mundo.
Expertos advierten sobre las repercusiones que el fenómeno climático podrá tener en la producción global de cultivos de trigo, arroz y maíz, que son esenciales para la seguridad alimentaria y la economía de muchos países.