La Cancillería colombiana afirmó que la Aeronáutica Civil, la Policía Nacional y la Dirección de Soberanía Territorial del Ministerio de Relaciones Exteriores tomaron las medidas del caso, que se habría tratado de “un aterrizaje de emergencia, por factores meteorológicos”.
Una vez terminadas las investigaciones preliminares se le permitió a la avioneta retomar el vuelo hacia su destino final, ya que no consideran que haya violado el espacio aéreo de forma intencional.
Dos de estos hechos violentos se registraron en el barrio La Parada, a escasos metros del puente internacional Simón Bolívar, y en pleno corazón comercial de la zona.
Palencia indicó que hay pacientes que son llevados hasta ciertos puntos y deben bajarse de los vehículos porque los conductores prefieren no seguir adelante por temor a que sean víctimas de algún hecho violento.
Amílcar Mirep calificó el panorama como un limbo, en el que Cúcuta se ve golpeada.
Un día después de las elecciones, el 29 de julio, hará que el Estado responda con los gastos de ese migrante que decidió retornar al país.
“En la actualidad, pese a la reapertura de los puentes en septiembre de 2022, hay áreas económicas como la marroquinería que siguen desaparecidas”, afirmó Rondón.
Usuarios encuestados por el equipo reporteril de La Nación aseguraron el 12 de noviembre que, a una semana de la reactivación del transporte público binacional, han ganado “comodidad, seguridad y economía”. De las 10 personas consultadas aleatoriamente, la mayoría coincidió en los tres puntos esbozados y detallaron que el hecho de que ya estén pasando buses a San Antonio del Táchira, provenientes de Colombia (Cúcuta), evita que crucen el paso formal a pie, lo que representaba un gran riesgo por el número de carros que pasan constantemente. “Uno tenía que bajarse a la capa asfáltica por lo angostas que son las aceras, y era un riesgo por los carros y motos que circulan a cada instante por el puente Simón Bolívar”, remarcó Abraham Suárez. En torno a la economía, dejaron claro que ir desde San Antonio a Cúcuta o viceversa por tan solo 3 mil pesos, representa un alivio para el bolsillo, ya que no se ven obligados a ir a La Parada a buscar el transporte. “También hay comodidad. Ya no tenemos que cruzar el puente a pie y bajo la pepa de sol. Claro, el que quiera hacerlo está en la libertad de pasar caminando, pero la mayoría preferimos tomar el bus acá, del lado venezolano, es mucho mejor”, sentenció María Campos, habitante del barrio Miranda. De las 10 personas abordadas, nueve creen necesario ampliar el número de paradas de los corta-distancia en el municipio Bolívar. Recalcaron que la avenida Venezuela es un punto clave y debe tener asignados puntos de paradas durante el ingreso y salida de los buses o busetas. Todos manejan la idea de que a más opciones, la competencia puede ser más sana y va a haber disminución de casos de sujetos que abusaban con los precios ante la poca oferta que había de transporte público formal y legalmente constituido. Mototaxistas aseguran no ver la luz Para las diversas cooperativas de mototaxistas que hay en San Antonio, la llegada de los corta-distancia ha mermado el número de clientes. Puntualizan que el trabajo “ha estado flojo para ellos” y temen que muchos opten por abandonar sus puestos y migrar. Sin embargo, son conscientes que el retorno de la empresa es un derecho que tienen y que había sido truncado por el cierre de frontera, en agosto de 2015. “Vamos a ver cómo nos reacomodamos entre todos”, acotaron.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) recibe de 4 a 5 denuncias mensuales, relacionadas a dólares falsos.
La guerrilla ha dejado en diferentes puntos de la ciudad varias amenazas de bomba, banderas, panfletos y pintas, todo con motivo de su 59 aniversario.