Venezuela entera fue representada por la enorme votación obtenida el 22 de octubre pasado y el reconocimiento universal, de propios y extraños, a su triunfo en esta primera etapa formal de la lucha por el cambio.
Los representes de Brasil y Cuba sumaron dos medallas de Oro, cada uno, para estar al frente del medallero del judo panamericano tras cumplirse el segundo día de competencias en los Juegos de Santiago-2023.
Respetuosamente instamos al excelentísimo señor Biden, tan alborozado por recibir de sus, hoy, “socios” bituminosos unos cuantos barriles, a adoptar las acciones en el sentido antes expuesto.
Valga como ejemplo el más barbudo, brutal e imperecedero de los de su especie. El cubano que bajó de Sierra Maestra y se apropió de aquella isla en 1959. Ese que ha sido aplaudido, aclamado y glorificado por prosistas, ensayistas, historiadores, perifoneadores, juglares y copleros tendenciosamente socialcomunistas.
Nunca debió existir, pero existe. Migrantes procedentes de Venezuela, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Perú y México disputaron el torneo de fútbol que fue ganado por los “Vinotintos”.
La declaración de la cumbre se ocupa de cubrirle las espaldas a los gobernantes represores, es lo relevante, al demandar “la eliminación del doble rasero y la politización” de los derechos humanos; pues a Cuba y Venezuela, es lo que se sugiere, se las estaría cercando y acusando por ello.
Tengo muy poco que agregar a lo que se ha dicho y escrito en estos días sobre su vida, su personalidad y su obra, pero creo que todos nos quedamos cortos al referirnos a su legado.
Gracias a su cosecha de la jornada del martes, la delegación azteca asumió la primera posición del medallero de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Colombia bajo al segundo puesto y Venezuela se mantiene en el cuarto puesto.
Tres preseas doradas se llevaron los judocas cubanos en el inicio de ésta disciplina en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador. Venezuela y Colombia sumaron una medalla dorada cada uno.