Las exigencias de muchos propietarios los dejan incluso a ellos en una posición complicada, ya que no consiguen alquilar sus propiedades porque ningún posible inquilino se ajusta al perfil que buscan en un intento por aminorar los riesgos que implica alquilar en Venezuela.
Decir que el país no ha mostrado una recuperación económica sería mentir, pero sacar esas cifras de contexto sería engañar, y eso es lo que de alguna manera ha hecho el mandatario al presentar el 12 de enero la memoria y cuenta.
El 2022 cerró con una inflación acumulada en los precios de 310,33%, mientras que en dólares el incremento fue de 27,1%.
Durante los últimos años han surgido algunas startups enfocadas en otorgar préstamos no bancarios, principalmente en forma de microcréditos para el emprendimiento o el consumo, con tasas de interés que oscilan entre el 3% y 7%.
La cartera de créditos muestra un incremento en 2022, pero hasta ahora los montos resultan insuficientes para dinamizar a los sectores productivos.
Otro de los problemas que tienen los empresarios venezolanos es la falta del crédito bancario y los que han podido obtener algunas empresas son limitados.
Constructoras y promotoras optan por ofrecer financiamiento propio, mecanismo que ha sido impulsado por la dolarización de facto en el país y por la baja capacidad de la banca local para entregar créditos hipotecarios.
El economista Gabriel Velásquez considera que los desequilibrios siguen sin corregirse y no descarta que cualquier medida regresiva devuelva a la nación a un ciclo tan nocivo como el de 2018.
La entidad financiera del Estado informó en Gaceta Oficial N° 42.050 que el encaje legal bancario para las captaciones en bolívares pasa de 93% a 85%, mientras que, para las captaciones en monedas extranjeras el encaje se mantendrá en 31%.