Los pequeños y medianos productores informaron que se trata de entre seis y ocho hectáreas de melón a punto de perderse por la imposibilidad de colocarla en el mercado.
En su cuenta de Instagram, la organización gremial publicó que el déficit del combustible “afecta la producción de bienes y servicios, de la industria y, en especial, del sector agroalimentario”.
Ramón Bolotín, director de Fedeagro, advierte que el tiempo pasa, el gasoil no llega y el maíz comienza a perderse en el campo.
Escalona advierte que las refinerías se encuentran paradas y no hay posibilidad de movilización, razón por la cual los productores se ven obligados a tirar al río o a la orilla de carreteras sus cosechas.
Las declaraciones fueron ofrecidas por el bloque de cañicultores del sur del estado Portuguesa, en la que también rechazaron las importaciones de azúcar en plena zafra.
El presidente de la Asociación de Productores de Café del estado Anzoátegui, Orangel Lozada, asegura que sectores de los municipios Bolívar y Libertad están incomunicados desde el sábado a consecuencia de un deslave cerca de Mata de Café.
La productora e ingeniera agroindustria indica que pocas veces un quintal de café se cotiza con base a precios internacionales, porque los costos de producción son más elevados que el resto de las economías cafeteras de América Latina.
Manuel Vicente Parra, productor de ganado bovino y exdirector de Sogapor, afirmó que los productores agropecuarios insisten en solicitar que el precio de la tonelada de maíz sea de entre 450 y 480 dólares.
Productores de Aragua, Carabobo, Cojedes, Yaracuy y Portuguesa no han transportado la cosecha a la principal central azucarero del centro del país, ocasionando la paralización de la molienda.
La falta de gasolina para movilizar en vehículos las cosechas de las montañas, el cierre de la frontera para comprar los insumos, y algunos ferieros que se llevan la mercancía y luego no pagan, son los tres problemas básicos que ponen en riesgo la agricultura en la región andina.