Una apertura honesta hacia el debate, eso hace falta, y no es propiedad de los humanistas. Por eso reivindico el papel de las humanidades desde su etapa formativa sin descuidar la superior. El debate humanístico le pertenece a quien sepa propiciarlo y comprenda su importancia.
Los filósofos han disertado sobre la libertad y la verdad desde la antigüedad. Leerlos es ejercitarse en pensar la propia vida, pero no es el intelecto realmente quien dirige nuestras lecturas.
Me hubiese gustado tener a Luis Herrera Campins de profe. Hay varios testigos que dan fe del desbordante y sentido conocimiento del presidente por la obra de Gallegos y los ríos del llano.