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Cuando se trabaja en función de ese compromiso histórico con la honestidad, coraje e hidalguía de Correo del Caroní, se obtiene como blasón de dignidad los arteros ataques de los heraldos de la miseria moral, que, a pesar de todo su poder desplegado en estos últimos veinticinco años, no han podido doblegar el alma de acero de este periódico de profunda raigambre guayanesa.
Habitantes de Puerto Ordaz, San Félix, Ciudad Bolívar y Upata reportaron a Correo del Caroní falta de agua, luz, vialidad, inseguridad, botes de aguas blancas y negras, y recolección de basura que afectan sus comunidades.
Nuestro compañero Guillermo Marmolejo, quien laboró en el departamento de Fotomecánica de Correo del Caroní, falleció este 8 de marzo en su natal Colombia.
CORREO del CARONÍ registra siempre en sus páginas y contenidos el acontecer regional, nacional y universal, con profesionalismo, autenticidad y solvencia ética. Sin concesiones.
Veinte preguntas que pondrán a prueba tu conocimiento acerca de Ciudad Guayana. Responderlas correctamente no te hará millonario, pero de seguro aumentará el sentido de pertenencia hacia tu ciudad. Recuerda: solo se ama y se defiende lo que se conoce.
El trabajo -publicado en 2019- fue realizado por í, InfoAmazonia, Runrunes, The Miami Herald y The Correspondent. El jurado destacó que “este equipo logró escribir un potente relato” con “una dimensión geográfica y continental, fronteriza, que demuestra que la corrupción es algo tan orgánico que lo contamina todo”.
La revolución necesita la desinformación. Controlar lo que se informa. Desaparecer a casi todos los periódicos impresos es parte del asunto. Quedó demostrado con los allanamientos recientes contra Correo del Caroní.
“Es sorprendente que el Gobierno de Maduro destine recursos a luchar contra la prensa independiente”, declaró Natalie Southwick, coordinadora del programa de Centroamérica y Sudamérica del CPJ.
En Ciudad Guayana, la larga resaca que traduce ahora el desmantelamiento y quiebra de inversiones colosales de otras épocas, ha seguido la misma dirección de silencio, indiferencia y pretensión de no tocar el escabroso tema de los dineros impropios.
Pocas veces se equivocó el poeta Héctor Lavoe. Una de ellas fue cuando afirmó que nadie ya procura leer un periódico de ayer. En realidad, un periódico no está hecho solo para el presente. Al día siguiente, ese viejo periódico se convierte en un valioso documento que debemos preservar para que los lectores del mañana puedan a su vez vernos y verse.