
Un equipo designado por la Vicaría General que detenta monseñor Genchi, en Catania, Sicilia, después de rigurosas investigaciones, determinó, que los compadrazgos en lugar de acercar, alejan a los cristianos, de la Fe, en específico del quinto y del séptimo Mandamiento.
Donde ponen el ojo, los portadores y transmisores del tal flagelo, ponen sus balas envenenadas de narcotráfico, lavado de dinero, terrorismo, asesinatos a sangre fría y caliente. De carcelazos, torturas, persecuciones de cualquier pelaje por motivos, políticos o crematísticos o las dos cosas, a la vez. Escribe Omar Estacio en su columna semanal.