La blasfemia es un delito en Pakistán desde la época colonial británica y su castigo fue endurecido por el dictador Mohamed Zia-ul-Haq en los años 80.
El partido ultraderechista Stram Kurs está llamando a quemar el Corán y a expulsar a los inmigrantes no europeos. El Gobierno iraquí protestó lo que consideró una “ofensa grave” y una “provocación” hacia los musulmanes.