Tras llegar al país, los centenares de vehículos estuvieron durante más de un año expuestos a la resolana y el viento salitroso del litoral central, estacionados frente al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, que sirve a la ciudad de Caracas. Nunca hubo explicación oficial para aquella larga retención.
Velásquez afirmó que la situación “generó un colapso en el servicio, sin embargo hemos actuado para resguardar toda la información, en garantía de nuestros usuarios y restablecer la recarga de tarjetas”.
En un gobierno que se dice democrático, tal como lo ha repetido Nicolás Maduro en tiempos de precampaña y campaña electoral, deberían amonestarse este tipo de situaciones.
En el documento de la OFAC también se estipula la autorización para las transacciones relacionadas con el mantenimiento y reparación de las aeronaves.
La agencia estadounidense fue clara en aseverar que el Gobierno de Estados Unidos “conserva la autoridad para rescindir autorizaciones en caso de que los representantes de Maduro no cumplan con sus compromisos”.
El puerto aéreo de la frontera fue reactivado el pasado 15 de septiembre, luego de permanecer más de 11 años sin recibir vuelos comerciales.
El puerto aéreo reactivó sus operaciones comerciales a partir del 15 de septiembre con vuelos de Conviasa.
Maduro se reunió el 8 de julio con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, donde firmaron acuerdos de cooperación estratégica en servicios aéreos, agroalimentarios y de educación bilingüe.
Por los momentos está previsto que Conviasa y Estelar sean las aerolíneas que hagan sus vuelos los días lunes, miércoles y viernes.
“Es mucho más económico si la persona viaja por Conviasa directo a la ciudad de Mérida”, afirmó el mandatario regional.