Agricultores de la comunidad de El Consejo fluvial han reportado que el agua del río Orinoco ha alcanzado sus terrenos, por lo que han perdido sus siembras de yuca y maíz.
Hay al menos cinco terrenos urbanos sembrados en Guayana por iniciativa de vecinos que buscan paliar el hambre. Autoridades están al tanto de la deforestación en algunas zonas, pero aseguran que -ante el hambre- ser flexibles es la clave.