
La neolengua de la revolución bonita es harto famosa y conocida, lo que pudiese bastar para entender cualquier acrobacia del discurso del PSUV, que en esta ocasión obliga, por mayor depresión económica, miseria social extendida, inexistencia de autoridad y gestión pública, radicalizar la forma como estos elementos martirizan la vida guayanesa.