
La cinta protagonizada por Ralph Fiennes sigue los entresijos del Vaticano desde la muerte de un pontífice hasta la elección de su sucesor, así como los secretos y las estratagemas de los cardenales para ser designados durante el desarrollo del cónclave.
En el cónclave solo pueden participar los cardenales menores de 80 años de edad, de acuerdo con la reforma realizada en 1996 de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II.
La producción británica-estadounidense de suspenso se llevó además los premios de mejor película británica, mejor guion adaptado y mejor montaje.