La Cancillería colombiana afirmó que la Aeronáutica Civil, la Policía Nacional y la Dirección de Soberanía Territorial del Ministerio de Relaciones Exteriores tomaron las medidas del caso, que se habría tratado de “un aterrizaje de emergencia, por factores meteorológicos”.
Una vez terminadas las investigaciones preliminares se le permitió a la avioneta retomar el vuelo hacia su destino final, ya que no consideran que haya violado el espacio aéreo de forma intencional.