Ayer, la “asociación” se oculta tras el mito del socialismo del siglo XXI. Hoy se renueva como progresismo a ritmo de Twitter, tutelado por la naciente reconversión del Foro de Sao Paulo como Grupo de Puebla.
López Obrador, un bravucón comunista, abrió las puertas de par en par al narcotráfico, a la narcoguerrilla y a la subversión mundial como han hecho las tiranías de su mismo signo.