
“Me da miedo; los ojos son iguales”, exclamó entre risas el cantante que eligió a su natal Medellín como escenario para encontrarse con su “doble”, que formará parte de la colección del famoso museo.
El drama es complejo y de mucha gravedad, pero ante la falta casi absoluta de confianza, la posibilidad de nuevas tareas y conexiones, tiene que superar la vocinglería pública.