En Villa Colombia, la populosa urbanización construida para los trabajadores de las empresas básicas, los ancianos sobreviven por la caridad de sus hijos y reduciendo el número de comidas. Poco preocupa la COVID-19 sino la incertidumbre por el sustento del próximo día.
La coordinadora de la Fundación Isaías 58 apoya comunidades exhortó a otras organizaciones de la ciudad a sumar esfuerzos durante la pandemia por COVID-19 aumenta las vulnerabilidades de las barriadas más desasistidas.