
Diplomáticos de Europa han insistido que la medida de expulsar a la señora Brilhante no “ayuda” a las relaciones diplomáticas.
La ONU ha sido incapaz de asistir a la humanidad en la plenitud de nuestra 1ª. Guerra Global en curso, la de la pandemia, que deja casi un millón de muertos y 32 millones de contaminados por el COVID-19 chino. Si no abandona el plano de su abulia diplomática seguirá siendo un club de patólogos forenses, o el patio de celestinaje de los mayores violadores de derechos humanos en el planeta.
Los tiempos y los debidos procesos parecieran jugar en contra en el caso de los organismos internacionales convocados a las elecciones parlamentarias 2020.