Muchos venezolanos no celebraron aquel fin de año del 57, porque la expectativa y el estado de alerta deben haber sido mayúsculos, entre un importante número de los 8 millones de almas que poblaban este territorio.
Decir que el país no ha mostrado una recuperación económica sería mentir, pero sacar esas cifras de contexto sería engañar, y eso es lo que de alguna manera ha hecho el mandatario al presentar el 12 de enero la memoria y cuenta.
31 años después, Venezuela se encuentra sumida en una hiperinflación que azota el bolsillo de los sectores más desasistidos. Así como también, padeciendo el colapso de los servicios públicos como el agua, la luz, el gas y el transporte, producto de la desinversión y la dejadez del Gobierno.